22 de julio de 2008

Expandiendo nuestra visión.

20051024150241-libres-jpgLa imaginación es un don de incalculable valor, si sabemos sacarle el máximo provecho. Es más, nuestra imaginación tiene tanto poder, que puede literalmente convertirnos en personas felices o desdichadas. Pero claro, no es sólo el uso esporádico de este don el que nos conduce a nuevos niveles de desarrollo, o nos hunde en la desesperación.

Lamentablemente, la imaginación no es una de esas cosas que nos enseñan a usar en la escuela. Y se me ocurre que es justo por esa razón que, consciente o inconscientemente, damos por sentado que la capacidad de imaginar está determinada. ¿Qué quiero decir? Que pensamos que unos han sido bendecidos con ese don, mientras que otros no, cuando en realidad el desarrollo y fortalecimiento de dicho don es el resultado del ejercicio.

Lo que tenemos delante de nosotros.

Ahora tenemos mucho trabajo por hacer, porque lo que mantenemos617194mundo en forma constante frente a nuestros “ojos” de la mente, es lo que se convierte en nuestra “realidad”. Esto no significa sólo tener pensamientos positivos, es mantenernos alerta sobre lo que permitimos que se aloje en nuestra cabeza. Si nos imaginamos constantemente desdichados, sin éxito, sin oportunidades, claro que seremos así; pero si en lugar de dar cabida a tales ideas, pensamos que cada problema es una nueva oportunidad, que cada obstáculo es una oportunidad para alcanzar la gloria, que cada día es un nuevo día para vivir felices, sin jamás resignarnos a la derrota (y pensamos todo esto constantemente), entonces seremos personas dichosas, satisfechas.

La palabra clave es “constantemente”, eso es lo que hace la diferencia. ¿Queremos vivir una vida sin límites? Lo primero que debemos hacer es quitarnos nuestros límites, expandiendo nuestra visión al usar el don maravilloso de crear nuestro propio futuro. Pero hay que tener en cuenta que, según Edward de Bono, “en general, el cerebro humano es muy deficiente en su visión del futuro”. Así que no basta con sólo querer tener grandes sueños, debemos aprender a mantener esos sueños constantemente frente a nosotros. Roberto Carballo lo dice aún más claro: “No hablamos de un plan, sino de un proyecto, de algo que sea más que conseguir unos objetivos, sino también que nos permita introducirnos en un mundo de aprendizaje, de investigación, de saber, de ser, de vivir, y para ello precisa de un horizonte que nos enganche y un sistema de valores que sea coherente con nuestra concepción del mundo y que nos impulse y nos dé pertenencia”.

Dando el primer paso.

Ahora podemos dar el primer paso, al imaginar grandes cosas para nuestra vida y mantener esos sueños en nuestra mente siempre. Podemos dar el primer paso, al hacer un claro balance del costo de nuestro proyecto, y luego seguirlo sin tregua al desafío. Podemos dar el primer paso, poniendo delante de nosotros el ejemplo de otros que han triunfado cuando todo parecía perdido, y al ver con los ojos de la imaginación el valor y la tenacidad que hicieron posibles los proyectos más inverosímiles que hemos podido presenciar, podemos llenarnos del mismo valor y tenacidad para realizar nuestros propios logo_vivirlaexcelencia proyectos.

Pero, de nuevo, dar el primer paso depende sólo de ti y de mí, ¿qué haremos hoy?

Artículos relacionados:

En la cima del mundo - parte 1

Más que buenos deseos - parte 1

Ver las estrellas a pesar de todo

9 de julio de 2008

Las 13 virtudes de Benjamín Franklin.

A manera de introducción.

benjamin-franklin-by-jean-baptiste-greuze Durante cinco años de mi vida, la autobiografía del legendario Benjamín Franklin me eludió. A veces veía la obra en las librerías, pero no encontraba ni un centavo en mi bolsa para comprarla. En otras ocasiones había reunido el dinero suficiente, mas ya no tenían mi precioso libro sino hasta nuevo aviso.

Sin embargo, un día, mientras me paseaba frente a una librería con dinero suficiente en mi bolsillo, lo vi; el libro de color verde con una fotografía en la que se aprecian algunos libros, una pluma sobre un par de hojas manuscritas sobre las cuales hay un par de anteojos y, hacia la izquierda, una pequeña fotografía del hombre, sí, de Benjamín Franklin. Entré enseguida y lo pedí, asombrado porque la dependiente de mostrador me miró como si no supiese de lo que yo estaba hablando, así que le repetí que quería comprar el libro “La búsqueda de la perfección”, de… y comenzó a buscarlo hasta que lo localizó y me lo entregó.

En sus propias palabras.

Lo leí ávidamente, pero eso es otra historia. Hoy sólo quiero transcribir lo que este gran hombre plasmó como las 13 virtudes para alcanzar la perfección moral, y para dejar a Benjamín Franklin diga lo que deba decir, le cedo la palabra:

«Los nombre de estas virtudes, junto con sus preceptos, eran los siguientes:

1. Templanza: No comas hasta sentirte harto. No bebas hasta la ebriedad.

2. Silencio. No hables más que aquello que pudiera beneficiar a otros o a ti mismo. Evita las conversaciones triviales.

3. Orden: Ten un lugar para cada una de tus cosas. Ten un momento para cada parte de tu trabajo.

4. Resolución: Comprométete a llevar a cabo lo que debes hacer. Haz sin falta lo que te comprometes a llevar a cabo.

5. Frugalidad: No gastes más que en lo que pueda hacer el bien a otros o a ti mismo. No desperdicies nada.

6. Trabajo: No pierdas el tiempo. Ocúpate siempre en algo útil. Elimina todo acto innecesario.

7. Sinceridad: No lastimes a nadie con engaños. Piensa con inocencia y con justicia. Si hablas, hazlo de acuerdo con esto.

8. Justicia: No perjudiques a nadie, ni haciéndole daño ni omitiendo lo que es tu deber.

9. Moderación: Evita los extremos. No guardes resentimientos tanto tiempo como puedas creer que lo merecen.

10. Limpieza: No toleres la falta de limpieza, ni en el cuerpo ni en la ropa ni en la vivienda.

11. Serenidad: No te dejes alterar por nimiedadBenjamin_Franklin_marble_memorial_statuees, ni por accidentes comunes o inevitables.

12. Castidad: Recurre al acto sexual rara vez, y esto por motivos de  salud o descendencia, pero nunca hasta sentirte harto o débil, y sin que llegues a afectar tu propia paz o reputación o la de otra persona.

13. Humildad: Imita a Jesús y a Sócrates.»

Hasta la próxima; que pases un gran día, lleno de oportunidades para aplicar las 13 virtudes.

Followers

Nos visitan de:

Test Footer

Besucherzähler Compteur Visite
Contatore
compteur de visite Besucherzähler contador de usuarios online