22 de septiembre de 2008

El Precio de la Libertad.

La celebración del día de independencia es una celebración muy importante en muchos países, pues en él conmemoran el hecho de que hubo personas dispuestas a pagar un alto precio para ganar la libertad de sus pueblos. Sin embargo, en esta entrega de Vivir la Excelencia, no me ocuparé de porqué un pueblo quiere llegar a tener libertad, o porqué quiere asegurar la libertad para los menos afortunados de entre sus compatriotas, sino en la importancia de reconocer que la libertad tiene un precio ineludible.

Nacidos para ser libres.

Es inherente al ser humano ser libre. Aunque a lo largo20060329124609-77 de la historia hayamos sido testigos de cautiverios, exilios y demás, nada de esto ha podido acostumbrarnos a la idea de la esclavitud. En nuestro espíritu (nuestro ánimo, pensamiento, inclinación) no hemos podido resignarnos a la idea de vivir encadenados, ya sea por la fuerza del hierro, o por la conveniencia de la seudo seguridad que pueda darnos el esclavismo.

Lamentablemente, a medida que nuestras sociedades se complejizaban, también se hicieron más complejas las formas de lograr hacer esclavos: La primera forma, a mi entender, es la ignorancia. No me refiero a ser analfabetos o carecer de educación formal, porque podríamos tener títulos por doquier y seguir siendo ignorantes del gran potencial que duerme en nosotros. Ese potencial tiene que ver con nuestra capacidad de ser humanos, de ser libres, de vivir en una continua búsqueda de la perfección personal, que no debe ser confundida con el perfeccionismo. Pero la ignorancia de eso puede sumirnos en la mediocridad, en la autocomplacencia del conformismo, convirtiéndonos en esclavos por miedo a pensar, a pensar que podemos llegar más lejos cada vez. La segunda forma, en mi opinión, es la del consumismo, pero no debemos radicalizar lo que esto significa. Sería ridículo sugerir que hay que aislarnos de la tecnología (computadores, celulares, Internet, etc.) porque el hacer tal sugerencia, estaríamos virtualmente negando la capacidad creadora, inventiva, innovadora que tiene el ser humano en sí; mas, aunque las cosas no son malas en sí, debemos ser conscientes del poder que les damos para que controlen nuestras vidas. El problema del consumismo radica en que invirtió los papeles. Cada avance de la ciencia y tecnología se hizo a favor de la humanidad, para que esta pudiera disfrutar de los frutos de sus conocimientos en constante desarrollo, mas ahora parece que nosotros existimos para las cosas producidas por dichos avances.

¿Cuál es el precio de ser libres?

libertad800x6002pa Sin embargo, siempre podemos ser libres, aunque hay que pagar un precio. El precio es elevado, sin duda, pero vale la pena si en verdad queremos ser libres. Ese precio es el de la RESPONSABILIDAD con que vivimos nuestras vidas. La libertad en sí misma y por sí misma carece de sentido, en mi manera de pensar, si no es amalgamada con la responsabilidad, y ser responsables significa aceptar cada una de las consecuencias de nuestros actos, pensamientos y palabras. No me refiero a las consecuencias como castigos sociales que se nos imponen por no pensar o actuar como la mayoría, sino como la cosecha personal de lo que hemos decidido en nuestro autónomo uso de la libertad.

He querido, en esta entrega de Vivir la Excelencia, presentar esta reflexión respecto a la libertad y la responsabilidad, porque como personas en desarrollo, con una misión que cumplir en busca de la excelencia personal, es indispensable que reconozcamos el inmenso poder que tenemos entre manos, pero que dicho poder puede ser usado para el bien o para el mal (aunque esto suene algo canónico), pues somos libres y al mismo tiempo somos responsables. Mas existe una pregunta fundamental que responder en este punto y es: ¿Estamos dispuestos a pagar el precio de ser verdaderamente libres?

La respuesta a esa pregunta puede darte el rumbo que necesitas en tu vida.

Hasta la próxima entrega de Vivir la Excelencia.

8 de septiembre de 2008

¿Y Después, Qué?

bifurcacion Como en las dos entregas anteriores hemos hablado sobre el cambio (antes y durante), ahora me ha parecido conveniente que consideremos la pregunta “¿Qué Sucede Después del Cambio?” Sin duda alguna todos estamos interesados en el futuro, si no, piensa en toda la gente que al comprar el diario matutino, lo primero que busca es lo que su horóscopo les dirá para el día. Es interesante que en pleno siglo 21 todavía haya personas que se niegan a la verdad de que ellas y sólo ellas pueden decidir lo que será de su vida, por eso es importante que reflexionemos: cuando hemos pasado por un momento de transformación, ¿qué viene después?

Un Momento de Calma.

Hay un dicho popular que dice: “Después de la tormenta viene la calma”. Tener un momento de calma es imprescindible para las personas de excelencia, pues es en ese lapso que pueden recuperar energías y aclarar sus motivos y pensamientos, preparándose en la quietud para el momento cuando deban avanzar de nuevo.

En el mundo tan estresado en el que vivimos, no podemos subestimar lo que un momento de calma puede hacer en nosotros, luego de un proceso de transición. Pero, el periodo de calma no lo es de ociosidad. La persona de éxito sabe que puede hacer un alto después de un duro proceso, pero entiende que ese alto no significa desperdiciar su tiempo, sus energías o sus pensamientos.

¿Hemos Cambiado?

Tal vez ya lo he dicho antes, pero de todos modos me parece importante repetirlo hoy: crecer implica dolor, porque el cambio tiene que ver con romper con las viejas costumbres y actitudes limitadoras. Entonces, cuando podemos disfrutar de un momento de quietud, sería bueno que nos preguntáramos si hemos cambiado para mejorar.

Hace algunos años, un escultor israelí que había sufrido la Alemania nazi se hizo una pregunta: “¿Tiene algún sentido el sufrimiento?” Y él mismo se contestó: “Sí, el sufrimiento tiene sentido, si lo cambia a uno y lo hace mejor”*. Así, cuando la tormenta ha pasado, la pregunta que se hace la persona de excelencia es: ¿Qué aspecto de mi vida ha mejorado gracias a la prueba?

Es cierto, no es una pregunta fácil de esbozar, pero tiene en sí el poder de liberarnos del síndrome de víctima, para que comencemos a prepararnos, pues, todo momento de quietud luego del cambio debiera ser un espacio para la preparación. Recuerda: El cambio es de lo único que podemos estar plenamente seguros.

Así que, lo que sucederá después del cambio está en tus manos. Sólo tú puedes hacer que la transición que has experimentado hasta ahora, y la que experimentarás a lo largo de tu vida, tenga algún sentido, por lo tanto, tu destino está en tus manos, ¿aceptas el reto?

¡Hasta pronto, y que disfrutes de un gran día!

Te dejo una canción de Diego Torres: Color Esperanza.

* Tomado de Psicoanálisis y humanismo. Víktor E. Frankl.

Followers

Nos visitan de:

Test Footer

Besucherzähler Compteur Visite
Contatore
compteur de visite Besucherzähler contador de usuarios online