28 de diciembre de 2012

Emprender la aventura.

entrepreneur-1“Emprender” es una palabra muy utilizada en el mundillo de los negocios. No escribo mundillo de forma despectiva, sino simplemente como la subdivisión natural de una parte de lo que hacemos. Vivimos en nuestros mundillos particulares, según nuestras preferencias: La familia, el trabajo, la iglesia, los hobbies, los amigos y sí, el emprendimiento.

He tenido tiempo para reflexionar en este tema del emprendimiento porque me he visto en la dicotomía de, una vez cesado, encontrar un nuevo empleo o establecer mi propia empresa. Esta situación ha traído a mi mente una cantidad de pensamientos que he leído, o escuchado, capaz de inclinarme a cualquiera de las dos alternativas.

Consignaré por escrito algunos de estos pensamientos (de forma aproximada), así tal vez logre que simpatices conmigo, amable lector, o lectora: “Consigue un empleo, luego ahorra para montar tu empresa”. “Haz lo que dicta tu corazón, haz lo que amas y todo saldrá bien”. “Piensa en tus planes futuros, si consigues un empleo fijo podrás estudiar, casarte, comprar casa, carro, tener seguro, etc.” “Persevera en tus sueños, confía en ellos y trabaja por hacerlos realidad, el resultado te asombrará”. “Siempre puedes montar una empresa después, por ahora haz lo que sea más práctico, lo que te permita tener una cantidad de dinero seguro mes a mes”. “Confía en ti mismo, confía en Dios, si tienes un propósito firme síguelo, el dinero llegará”.

En la balanza.

Estas reflexiones han logrado que me pregunte, ¿qué tan seguro es jugar a lo seguro? Me explico: Si hago todo lo posible y hasta lo imposible por conseguir un empleo y vuelvo al mundo laboral como asalariado, ¿por cuánto tiempo estaré allí? ¿Qué me garantiza que mi nuevo lugar de trabajado durara toda mi vida? Y si logro hacer una carrera empresarial y llego a ganar más dinero del que comencé ganando, ¿habrá valido la pena entregar 10 horas diarias, y en algunos casos más, a un trabajo que si bien ha suplido mis necesidades elementales, me ha cobrado el precio de renunciar a sueños más grandes, todo por la comodidad de un empleo seguro?

Se me puede decir que siempre tendré tiempo para realizar mis proyectos, si no ahora, cuando me haya jubilado, o cuando consiga un nuevo empleo si quiero explorar nuevas opciones. Pero si no me aventuro a emprender ahora, joven, con energía, con ideas frescas, ¿querré hacerlo cuando, como dice José Ingenieros en su libro “El hombre mediocre”, la senectud me haya mermado? La vejez de ninguna manera es mala, pero es justamente para sopesar la vida, para transmitir sabiduría y consejos, para apoyar y guiar.

Sin embargo, no todo el mundo quiere emprender y se mueve bien en el mundo laboral entre la cesación, la búsqueda y el empleo. Eso está bien. Es su visión del trabajo. Pero la realidad es que aunque en eso no asuman riesgos, de todos modos cada uno de nosotros enfrenta una cantidad de riesgos a diario, y en todos ellos debemos elegir si queremos dar nuestra propia respuesta o adoptar la de alguien más.

El mundo laboral no es seguro, pero brinda la ilusión de serlo, por ello nos atrae la idea de que si estudiamos mucho tendremos un trabajo asegurado y si trabajamos duro, tendremos una carrera empresarial segura y si tenemos una carrera en la empresa, entonces nuestro futuro será estable. Y si quieres esto está bien, pero también hay otra opción.

emprendedorEmprender es una aventura. Es un riesgo, sí, pero no es más arriesgado que tener un empleo fijo. Quiero decir: Es verdad que al principio nadie garantiza cuánto ganaremos en metálico el primer mes, o el primer trimestre; ni siquiera se nos garantiza si tendremos éxito con nuestra idea de negocio. Sin embargo, emprender es lo más parecido a la vida, porque los tropiezos y fracasos sirven para mejorar la idea, sirven para crecer, sirven para prepararnos a fin de alcanzar las metas que nos proponemos. Pero, también puede suceder que haya llegado el momento de nuestra idea, que después de todo el tiempo que ha estado gestándose en nuestro interior por fin verá la luz y que solo tendrán que hacerse ajustes poco a poco, en el tiempo, para ayudar a desarrollar esa idea que recién a nacido, como hacen los padres con sus hijos.

La vida es una aventura.

Este año se termina ya. En unos días será parte de la historia. Un nuevo año también significa nuevos propósitos, nuevos desafíos, nuevas oportunidades. Tal vez lo tuyo no sea emprender un negocio propio, pero mira tu vida, mira a tu alrededor y dime ¿no te gustaría hacer algo distinto para tu familia, para ti mismo en el plano del desarrollo de talentos, para tu comunidad, para tu empleo mismo? Para hacer algo distinto, debes emprender, aceptar que la vida es una aventura que no tiene reglas fijas, pero que tiene los elementos necesarios para que puedas disfrutar el viaje aunque haya tropiezos.

paraemprenderPD: Este nuevo año será de emprendimiento. Vivir la Excelencia será parte de un nuevo proyecto que ha estado dentro de mí por años, y ha llegado el momento que vea la luz. En enero tendrán más noticias sobre este nuevo derrotero.

PD2: Que tengan todos un feliz año nuevo!!!

Enlaces interesantes sobre el tema:

Eduque a sus hijos para que sean emprendedores.

¿Que es emprender?

27 de noviembre de 2012

Un paso más.


 Cuando enfrentamos los desafíos que salen a nuestro paso mientras nos encaminamos a nuestros sueños, resulta tentador preguntarnos si vale la pena el precio que estamos pagando. A veces son las personas más cercanas a nosotros, aquellos en quienes confiamos, los primeros en invitarnos a ser más sensatos y no arriesgarnos por algo que parece una quimera. No podemos negar que sea una ilusión, no hay datos, hechos, cosas concretas… tan solo la intuición de que, si trabajamos con amor, con entusiasmo y devoción por eso que creemos como nuestro llamado, los resultados llegaran.


Los desafíos vendrán de todos lados. Nos asaltará la duda y la falta de confianza propia. La sociedad nos cerrará el paso con sus prejuicios y sus normas estandarizadas. La ansiedad comenzará a hacer presa de nosotros. Pero, en lugar de retroceder atemorizados, en lugar de capitular y firmar convenios en contra de nuestros ideales, podemos elegir dar un paso más.

Como el guerrero que, cansado y herido, casi abatido por la batalla, vislumbra aún la victoria como el desenlace de un instante de valor, y avanza por ello un paso a la vez, blandiendo su espada, respirando profundamente entre estocada, deteniéndose por momentos para contemplar el campo y escoger su próximo movimiento, sabiendo que puede ser el último, pero sin darle a la muerte la ventaja de sorprenderlo, porque si ha de morir será cumpliendo su propósito; así nuestra vida ha de enfrentarse a los sueños que nos harán ser todo lo que podamos ser.

Con todo, no siempre estarás en la batalla, pues habrá momentos de tregua, hasta de paz. No dejes entonces de cuidar de tu armadura, no permitas que el filo de tu espada se embote. Disfruta de esos instantes felices y atesóralos sin convertirlos en un fin en sí mismo, porque en la lucha ni la victoria ni la derrota son definitivos, son tan solo medios para que tú crezcas y para que quienes te rodean también crezcan. Por lo tanto, si las mieles del triunfo te seducen y te sientes tentado a abandonarte al ocio, vuelve a recordar que sigues vivo y mientras vivas deberás dar un paso más, pues solo deben detenerse tus pies cuando la muerte te obstruya el paso, y aun entonces cree que tu legado perdurará.

18 de octubre de 2012

La Excelencia como Ideal

vida-tunelDe alguna manera entendemos que no podemos conformarnos con la simple idea del éxito. Se escribe mucho sobre cómo mantenerse exitosos luego de alcanzar algunas metas. De hecho, en el mundo del deporte los entrenadores se enfrentan a mayores retos cuando sus equipos lo han ganado todo, pues luego de una temporada exitosa es necesario reinventarse para mantener fresca la motivación.

La confusión.

A veces lo que pasa, en el deporte y en la vida, es que sencillamente el éxito nos ciega a los nuevos desafíos que enfrentaremos. Confundimos al éxito con una especie de estado continuo de seguridad y bienestar, de allí que nos guste recordar tanto cuán buenos fuimos en el pasado y todas las cosas que creemos haber logrado, hasta las excelentes calificaciones que teníamos cuando íbamos a la escuela.

En nuestra jungla de concreto la gran mayoría de los hombres y las mujeres tendemos a jugar a lo seguro. Incluso llegamos a tratar de conciliar ideas que denotan cosas totalmente distintas, como cuando pretendemos correr riesgos que sean seguros; o como cuando queremos salir a vivir y no encontrar ningún problema.

El hecho es que el éxito puede llegar a ser, en algunos casos, un obstáculo para nuestro desarrollo. Lograr algunas metas puede volvernos miopes respecto a otras alturas que ascender, haciendo que escojamos lo visible y conocido en vez de la aventura y el desafío.

En el camino.

Pero la excelencia está en comprender que cada éxito es solo un paso en el camino de la vida. Ningún logro en particular lo es todo. Solo una vida consagrada a un ideal puede considerarse una vida bien aprovechada. No hablamos de ideales en tanto cosas o causas mundiales, sino en tanto ese propósito especial que guía (o debería guiar) nuestras vidas. Lo cierto es que mientras algo puede ser sumamente significativo para una persona, puede no serlo para otra; sin embargo, el proceso para vivir vidas nobles y elevadas en carácter es igual para todos, porque además, una vida con propósito abarca todas las áreas de la existencia: profesional, familiar, personal.

Necesitamos aclarar, no obstante, que la excelencia no es una técnica. La globalización que vivimos está consagrada a la técnica. Los avances de los que somos testigos día tras día parecen abrirnos una especie de dimensión nueva sobre las posibilidades. Cada día aparecen nuevos cómos en nuestro universo, gracias sobre todo a la técnica y es justo allí donde radica el problema.

denominador-comun-de-la-vidaLa excelencia como ideal es enfrentarse a la pregunta del Por qué y Para qué de la técnica. Claro está que se puede convertir a las nociones de excelencia que tenemos, tan variadas como seres humanos hay en el planeta, en otra técnica de cómo vivir, cómo alcanzar ciertos niveles de calidad, cómo fijarse metas y lograrlas, etc. Hay muchos libros de autoayuda que enseñan mucho de esto. Sin embargo hacen falta las preguntas fundamentales: ¿Por qué quiero tener éxito? ¿Para qué ha de servirme a mí y a mi familia y a la sociedad? ¿Tiene algún objeto que alcance mis metas? ¿Una vez alcanzadas qué queda? ¿Por qué he de ser una persona que aspira a la excelencia?

Creo que fue Platón quien dijo que una vida que no se examina a sí misma, es una vida que no merece ser vivida. Este examen debe hacerse sobre el motivo último que rige nuestra vida. Nuestra sociedad ha apartado su vista de este examen y en cambio la ha fijado en el exterior, en la tecnología. Sin embargo, por muy positiva que resulte la tecnología, ella no responde a las preguntas fundamentales de la vida, solo las adormece en nuestro interior.

Es hora de levantarnos y retomar el camino. El horizonte puede parecer siempre distante, pero si lo tenemos siempre delante de nosotros, entonces podremos echar mano de la técnica y vivir al mismo tiempo una vida coherente con principios más elevados y nobles que nos mantendrán en la ruta de la excelencia.

16 de septiembre de 2012

Crear soluciones y pensar con criterio.

Steve-JobsUna vez el recién extinto y genial fundador de Apple, Steve Jobs, dijo: “La gente no sabe lo que quiere hasta que se lo muestras”. ¡Cuánta verdad hay en esa frase! Para quienes trabajan en soluciones, como publicistas, inventores, líderes, padres, es sin duda una fuente de inspiración que analizaremos en breve. Pero también constituye una advertencia subrepticia para todos nosotros, advertencia que también consideraremos brevemente.

La ilusión de lo que queremos.

Comenzaremos con lo que considero es la advertencia, pues seré muy sucinto para tratar este aspecto de tan buena frase: Los seres humanos tenemos un conjunto básico de necesidades que se manifiestan a lo largo de la vida en diversas etapas de nuestro desarrollo. Estás necesidades pueden o no ser suplidas y afectarán directa o indirectamente nuestro desarrollo general. Lo cierto es que tal vez nadie tenga a su disposición todos los medios para suplir todas las necesidades de toda área, no vivimos en un mundo ideal, pero en mi opinión personal, las áreas más críticas para cuidar son la espiritual e intelectual, ya que la primera provee sentido y dirección a la vida y la base para que la segunda provea el auto-concepto adecuado para la autorrealización. Sin embargo, nuestro siglo parece no ocuparse de estos aspectos, al menos si no van acompañados con el último modelo tecnológico o la última moda de trajes o cortes de cabello. ¿Notas el contraste? El aluvión de publicidad al que estamos expuestos día tras día, hora tras hora, pone delante de nosotros una paleta de tantos colores y de tantas formas que resulta casi irresistible no ceder a la tentación de adquirir algo que creemos que queremos.

ilusion1Pero eso que creemos que queremos es el resultado solo de la imaginación que hábilmente han logrado manipular los medios. Por ello es importante estar alerta. Volvernos paranoicos no es la solución. Tirarlo toda a la basura, tampoco. Ni siquiera dejar de comprar (o desear) cuanto producto nuevo aparece me luce una medida totalmente infalible. En mi opinión hay una cosa mucho más simple y poderosa que podemos hacer: Una pausa para pensar. Las cosas nos han cosificado. Por parafrasear al genial escritor Julio Cortázar, cuando nos regalan un reloj, somos nosotros los regalados para el cumpleaños del reloj, pues nos volvemos esclavos de él. No obstante, podemos detenernos a pensar por un momento y analizar si tal o cual cosa es realmente un deseo útil. De hecho, si un día comienzo a organizar mis pertenencias, seguro encontraré algunas que nunca o muy poco he utilizado, pero que están allí, en mi casa, ocupando espacio, porque un día me pareció que podían servirme.

La necesidad de crear.

Volvamos ahora a la parte más positiva de esta reflexión. Si tú estás en una posición de autoridad, tienes una gran responsabilidad para desarrollar ideas que ayuden a generar progreso. Quiero decir, puede que tu posición sea la de padre o madre, jefe de departamento, gerente general de un negocio, presidente o dueño de tu empresa, puede que seas líder comunitario o que simplemente tengas a tu cargo un grupo de voluntarios. En todos los casos hay dos consideraciones básicas que debes tener en mente:

1) Tu visión afectará a quienes te rodean.

2) Es posible que tu visión no sea compartida en principio.

Tener una visión es tener un ideal. Seguro que has oído mucho sobre esto en talleres de motivación o de alta gerencia. Seguro que hasta has hecho tus enunciados o has ayudado a crear los de tu grupo de trabajo (empresa, iglesia, voluntariado, etc.). Pero lo esencial acá es que estas visiones no surgen en el vacío y tampoco son ejercicios intelectuales generales. Ese ideal es muy concreto (o debe serlo) y apuntan a suplir, y esto es lo fundamental, una necesidad que el líder es capaz de ver. Dicho de otro modo, el líder, sea que asuma ese rol por disposición organizativa o porque tome la iniciativa para ponerse en ese papel, debe ser capaz de ver aquello que falta y que puede ayudar a suplir con su visión.

A esto podemos referirnos cuando decimos que “la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo muestras”, lo que nos pone en una situación de respeto y humildad, porque nuestra influencia afectará para bien o para mal a aquellos que nos rodeen. Por ello un ideal tiende al progreso y se funda en principios, porque tiene en vista el desarrollo humano y el respecto por los derechos que a cada uno corresponden. El líder, que debe buscar ser una persona de excelencia siempre, debe marcar el camino y recorrerlo él primero, luego la gente sabrá que eso era justo lo que le hacía falta. O dicho missionvisionen las palabras del gran Mahatma Gandhi: “debemos ser el cambio que queremos ver el mundo”.

Tal vez tú ya estés viendo una necesidad en tu familia, en tu vecindario o en tu empresa. Entonces manos a la obra. Aunque al principio tú visión no sea del todo aceptada, si trabajas con paciencia y humildad, seguro que podrás ofrecerle a los que te rodean aquello que no sabían que necesitaban.

Hasta la próxima.

24 de julio de 2012

En busca del Elemento.

brujulasparrowObviamente decir que nos gustaría vivir en una época pasada, es una trivialidad que lanzamos al aire inspirados, mayormente, por las historias y películas de trasfondos históricos que nos presentan a héroes que quisiéramos ser nosotros. Y he llegado a creer que expresamos esas ocurrencias pensando, quizá inconscientemente, en que llevaríamos con nosotros todos los servicios que ahora hacen un poco (aunque sea un poquito) más fácil nuestra vida y que a lo menos nos ayudan a preservarla, como los avances en el tema sanitario.

Sin embargo, imaginemos que somos piratas. Más aún, imaginemos que tenemos la especial brújula del Capitán Sparrow que no apunta hacia el norte, sino hacia lo que más deseamos en nuestro corazón. ¿Hacia a dónde apuntaría si la tuviéramos entre manos?

Lo curioso de la brújula es que aunque no sepamos nada del lugar al que queremos dirigirnos, si lo deseamos de veras, ella nos dirá exactamente la dirección. Eso no significa que el viaje será sencillo, pues lo contrario es lo cierto, al tener que probar que realmente anhelamos nuestro especial destino.

Y, ¿qué es lo que realmente queremos? En lo más profundo de nuestro ser sabemos que hay algo que nos motiva. A veces no hemos podido seguirlo, a veces hemos renunciado por la conveniencia social, a veces simplemente nos ha faltado valor para pagar el precio. Eso que nos motiva es “El Elemento”. Uso el término que utiliza Sir Ken Robinson en su libro de título homólogo, porque ha sido en dicho libro que he encontrado inspiración para poder trazar algunas ideas.

En gran medida El Elemento es una vocación. Ya antes he tratado el tema de la diferencia que existe entre vocación y opción. Esta vocación se desarrollo durante toda la vida y es posible encontrarnos en nuestro elemento en diferentes situaciones. El Elemento no invoca una suerte de supercherías astrales, sino el sencillo deseo humano de trascender. Deseo tan sencillo que nos impulsa a entregarnos a nuestra vocación con todas nuestras fuerzas, a veces en contra de las voces que nos indican que lo correcto es otra cosa.

No quiere decir eso que no debamos prestar atención a los consejos. En muchos casos el consejo de una novia o esposa maravillosa (como es mi caso) puede ayudarnos a poner en perspectiva algunos elementos que no veíamos. Con todo, tener delante de nosotros esa brújula que nos indica el camino nos permite tomar todas las piezas y armarlas con esperanza.

bombero-821936bomberoEsto me recuerda una historia que aparece en el libro de Sir Ken Robinson: En la escuela todos los chicos quieren ser bomberos, pero a medida que pasan los años esos sueños simplemente pasan, como cualquier etapa. Sin embargo, para uno de los chicos no era así. Él realmente quería ser bombero y mantuvo su deseo incluso antes de estar en el umbral de la universidad. Uno de los profesores incluso le dijo que desperdiciaría su vida si desaprovecha la oportunidad asistir a la universidad solo para convertirse en bombero. Pese a lo desalentador que podría ser, decidió unirse al cuerpo de bomberos de su ciudad y realmente disfrutaba lo que hacía ayudando a otros. Y ¿qué pasó con el profesor? Un buen día el joven bombero lo salvo de morir. Eso seguro que cambió la forma en que este profesor veía la vocación del muchacho.

Finalmente quiero recomendar mucho la lectura del libro citado en esta entrada. Estoy seguro que te ayudará mucho a encontrar la brújula y a encaminarte hacia tu propio Elemento.

13 de marzo de 2012

Breves Pensamientos…

GRANDEZAOpino que existen básicamente tres tipos de personas: Los quejosos, las víctimas y las excelentes.

Quejarte, pero no hacer nada para resolver el motivo de tu queja, es peor que no quejarte.

Si te haces la víctima siempre, al principio despertarás compasión, luego un poco de lástima y finalmente la gente te despreciará porque no tomas las riendas de tu vida.

Si quieres que la gente te vea como una persona excelente, debes serlo, la apariencia no basta, pues tarde o temprano la verdad se sabrá. ¿Eres excelente?

Si sientes que vas con la corriente y te sientes cómodo con eso, ¡cuidado!, puede que solo seas un tronco a la deriva…

Las quejas sirven, sí, cuando nos hacen levantarnos para al menos intentar cambiar nosotros mismos.

Intentando cambiar al mundo no lograremos nada, pero si cambiamos nosotros, quizás podamos cambiar nuestro mundo.

Ser excelentes es elevar la norma en la moral, la calidad, las aspiraciones. No se trata de santurronería, ni impecabilidad, sino de crecimiento diario y continuo.

Las personas de excelencia se equivocan, quizás más que cualquiera, pero siguen luchando, siguen avanzando, porque saben que cada equivocación es, en realidad, una oportunidad. Habrá que reparar relaciones, hacer enmiendas, recomenzar cosas, todo esto y más, pero lo harán con humildad.

Aguila1HOY: este es el día para decidir dejar de quejarnos solamente, o dejar de ser las víctimas de la vida. Este es el día para mirar con fe hacia el futuro y dar el primer paso hacia la grandeza.

4 de enero de 2012

Replantearse Una Pregunta.

pregunta Desde chico me acostumbré a oír lo que parecía ser el meollo de la existencia resumido en tres simples preguntas: ¿De dónde venimos? ¿Qué hacemos aquí? ¿Hacia dónde vamos? Tan acostumbrado estaba a estas preguntas que, incluso, llegué escribir dos capítulos de una obra que feliz mente nunca terminé y que respondería, desde mi perspectiva adolescente, esas cuestiones.

Sin embargo, mientras leía a algunos maestros de la literatura, topé con un replanteamiento tan sutil y tan poderoso de la última de las tres preguntas, que me hizo pensar que la pregunta misma podía abrirnos o cerrarnos el futuro, dependiendo de cómo nos la hacemos personalmente.

El futuro.

Cuando nos preguntamos “¿hacia dónde vamos?” pareciera que nos entregamos a la fuerza aciaga de un destino en el que toda nuestra participación consiste solo en anticipar. Es decir, podemos vislumbrar de alguna manera, por la tendencia de la sociedad, por la tendencia de nuestras elección incluso, hacia dónde nos dirigimos, pero no podemos hacer más que aceptar, como decían los abuelos, “que se haga la voluntad de Dios”, pero no como quien lo acepta con resolución (que algo de virtud hay en ello) sino como quien se resigna a no tener la oportunidad de cambiar dicha voluntad. Preguntarnos ¿hacia dónde vamos? es la pregunta del niño que se sube al coche de su padre esperanzado a que él lo conduzca hacia el parque de diversiones, pero resignado si esa salida tiene como destino al dentista.

Horizonte ¿Y si nos planteamos esa pregunta de otra manera? Cuando observamos detenidamente nuestra historia, notamos que el constante devenir de nuestra raza, con sus éxitos y fracasos, esboza la realidad de que la pregunta que hemos tenido siempre en mente no es “¿hacia dónde vamos?”, sino “¿Hasta dónde podemos llegar?”, reacios a aceptar al sino como algo hecho e inmutable. Incluso enfrentando situaciones que no controlamos directamente, esta forma de plantearnos el futuro (¿A dónde puedo llegar?) pone el énfasis en lo que sí podemos controlar: nuestras actitudes, nuestra voluntad, nuestro carácter. Es esto lo que hace que un hombre como Todd Huston pueda tener el valor, la entereza y el entusiasmo para lograr en 66 días el record de ascender los picos más altos de cada uno de los cincuenta estados de Estados Unidos, a pesar de haber perdido una pierna a la edad de 14 años. Pero, también, esa forma de plantearse la pregunta es la que mueve a una madre soltera a romperse la espalda abnegadamente, para hacer llegar a sus hijos a un futuro mucho mejor.

Y tú, ¿cómo te harás esta pregunta? ¿Seguirás en el “hacia dónde vamos” dejando que otros dirijan tu viaje, o decidirás cuestionarte a ti mismo “hasta dónde puedes llegar”? Tal vez esto sea solo un ejercicio pueril, pero si ha servido para que tú, mi apreciado lector o mi querida lectora, hagas una pausa y pienses en tu futuro, entonces ha valido la pena.

Followers

Nos visitan de:

Test Footer

Besucherzähler Compteur Visite
Contatore
compteur de visite Besucherzähler contador de usuarios online