27 de junio de 2008

¿1,440 Dólares para el día?

gerson_logo“El tiempo es dinero”. Sin duda éste es uno de esos dichos o  máximas que conocemos por la cantidad de veces que se ha repetido; pero ya volveremos a esto en un momento. Mientras tanto, imagina que de pronto te dicen que vas a recibir la fabulosa cantidad de $ 1,440.00 dólares para cada día de tu vida. Sí, no hay trucos ni letra pequeña, son $ 1,440.00 dólares diarios, con la única condición de que debes gastarlos en el día, por medio de una tarjeta de débito. Si no gastas el dinero, el banco limpiará tu saldo, y lo que no hayas usado se perderá; pero cuidado: la palabra “gastar” puede ser muy peligrosa.

¿Qué harías con esa cantidad de dinero diaria? ¿En qué invertirías? ¿Cuánto en el desarrollo de tu vida y de tu profesión; o en tu familia; o en tu iglesia/comunidad? La lista de preguntas puede multiplicarse hasta el infinito, pues variará de persona a persona, de sueño a sueño, de propósito a propósito. Pienso que, al imaginarte esta situación hipotética, tú ya te has planteado tus propias interrogantes.

Y, ¿si te dijera que todos los días recibimos esa fabulosa cantidad, pero no en dólares sino en tiempo? 1,440 minutos con los cuales podemos hacer lo que queramos, con la condición de que no podemos arrastrar saldo para el siguiente día.

Minuto a minuto.

Una vez leí un pensamiento que dice: “Si un minuto basta para morir,2007tiempo debe bastar para cambiar”; pero como todo en la vida, es más fácil decirlo que hacerlo. Sin embargo, el principio que se expone en él es siempre relevante: Cada minuto de nuestra vida cuenta.

No se trata de convertirnos en personas frías y calculadoras, que ven en el tiempo sólo una herramienta o una necesidad; al contrario, lo que debemos es aprender a ser autoconscientes sobre el uso que hacemos de ese don universal.

Algunas personas han nacido en una mejor posición que otras, hay quienes tienen mucho dinero o influencia y poder, mientras que otros carecen totalmente de ello; pero nadie tiene más o menos tiempo que alguien. Es interesante que, aun a sabiendas de eso, haya muchos que sigan diciendo que no tienen tiempo para la familia, o para el desarrollo, etc. Y, a pesar de sus más pletóricas exclamaciones en cuanto a su “escaso recurso”, desperdician mucho frente a la televisión, viendo programas que quizás no aporten gran cosa a su bagaje cultural. Pero no quiero ser mal interpretado, pues no estoy diciendo que la televisión sea “mala” en sí misma, aunque alguien ha dicho que ese aparato que acapara nuestra atención muchas horas de nuestra semana, es el gran deseducador de nuestro tiempo, pero otro tanto podría decirse del Internet cuando es utilizado de forma irresponsable.

Lo que importa aquí es que somos los dueños de cada minuto que invertimos o perdemos, nadie puede quitarnos esa prerrogativa, a menos que lo permitamos. Vivir minuto a minuto es nuestra elección, una elección que tiene repercusiones diferentes para cada uno, porque tenemos ideales diferentes que seguir. Vivir minuto a minuto es aprovechar nuestro tiempo para alcanzar nuestros sueños.

Una palabra más.

ppd7vddwxb9 Para finalizar, quiero observar que me gustaría proponer una revisión para la máxima con la cual comenzamos, y esta es la revisión: “El tiempo vale mucho más que el dinero”. Claro, las personas más afortunadas, ya sea porque acumularon grandes fortunas o porque vivieron vidas influyentes, son las que entendieron que en el buen uso del tiempo hay un valor incalculable. Tal vez no eran conscientes de ello al principio, pero a medida que maduraban y aclaraban sus objetivos de vida, fueron reconociendo que, como dice un viejo refrán: “El tiempo perdido hasta los santos lo lloran”.

Hasta luego, y disfruta de tus 1,440 minutos de hoy.

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Aprovechando el 2008.

Vivir la Excelencia.

16 de junio de 2008

Hay que mantener afilada el hacha.

 

La historia del viejo leñador.

tomasito2 Hace tiempo escuche esta historia: Un viejo leñador se encontraba en el bosque, preparándose para la faena del día; en ese momento llegó un hombre joven, también leñador, seguido de una banda de hacheros que querían retar al viejo para ver quién era capaz de cortar mayor cantidad de árboles en un día. El leñador experimentado pensó un momento, mientras lo incitaban con gritos y más retos. Al final aceptó. El reto se realizaría el día siguiente en una parcela de bosque sin cortar, evitando así cualquier especie de trampa.

Muy de mañana, reunidos en el punto de partida, el viejo hombre tomó sus herramientas, una muy bien afilada hacha, dos botellas de agua y una piedra de afilar. El joven leñador, robusto como era, al ver lo que su adversario hacía, se burlo de él, diciendo que con todo lo que llevaba encima seguro que se cansaba antes de avanzar lo suficiente como para demostrar algo. Así mismo, tomó su hacha muy bien afilada y una botella de agua solamente. Cuando el sol comenzaba a dejar caer sus primeros rayos por la copa de los árboles, uno de entre el grupo dio la salida. El robusto leñador, comenzó a abrirse paso con suma velocidad, mientras que el veterano lo hacía con tranquilidad. El golpeteo incesante de las hachas se oía infinito, era como un tamboreo de guerra; pero de pronto, cuando ya habían pasado dos horas, por el lado que le correspondía al viejo, reinó el silencio. El joven se pavonea en su mente, porque él aún no estaba cansado, y mientras tanto, los que esperaban el desenlace comenzaron a mofarse del silencio. Media hora después se reanudó el golpe del hacha en el tronco de los árboles en la parte designada al veterano leñador. Dos horas después se volvió a repetir la escena de silencio. De nuevo el robusto joven se felicitó, aunque ya se sentía un poco cansado. El muchacho pensaba para sí: «Si no me detengo, tendré mayores posibilidades de ganar esta competencia. Ya el viejo se ha detenido dos veces por espacio de media hora, más o menos, y en esa media hora yo he podido avanzar mucho más que él sin duda». Los lapsos de silencio se repitieron cuatro veces en la jornada. Cerca de las seis de la tarde, el viejo leñador regreso al punto de partida, y unos minutos después apareció su retador. Entonces enviaron a dos hombres a hacer las cuentas. Cuando éstos regresaron, y luego de comparar los datos, dieron su veredicto: El ganador era… el viejo leñador. Enojado, aquel robusto y exhausto joven, no creía lo que había oído. ¿Cómo era posible que ese hombre mayor pudiera haberle ganado a él, que era tan fuerte, joven y robusto? El anciano se acerco suavemente y le respondió: «Mi amigo, yo te escuche trabajar sin descanso durante todo el día, pero todo leñador sabe que el hacha pierde su filo luego de un tiempo de trabajo intenso. Por mi parte, cada vez que me detuve, tomé mi piedra de afilar para mantener a punto mi herramienta, así me sería más fácil la tarea de cortar los troncos. A media que pasó la jornada, pude notar cómo tenías que golpear con más fuerza cada vez, porque tu hacha perdía rápidamente su filo, pero yo pude mantener el mismo ritmo durante todo el día porque mantuve bien afilada mi herramienta… Ése es mi secreto».

Ése es el secreto.

Creo que esta historia es sumamente clara. Cuando vemos a nuestro hacha alrededor, no podemos menos que notar que vivimos en medio de una vorágine que amenaza con arrastrarnos todos los días. Llámese como quiera: consumismo, deterioro ambiental, alzas de precios, depreciación de la moneda, desempleo, etc. Cada día, al levantarnos, vemos hacia el horizonte y, aunque no queramos ser pesimistas, debemos admitir que siempre hay amenaza de tormenta. Sin embargo, tenemos metas que cumplir, esos sueños que nos pertenecen a pesar de todo y por los que estamos dispuestos a luchar hasta el último aliento. Pero no nos podemos permitir ser arrastrados por el violento torbellino que nos circunda, por ello es indispensable que, en lugar de luchar a brazo partido sin descanso como el joven leñador, hagamos una pausa de vez en cuando, para afilar nuestras herramientas.

¿Qué significa afilar el hacha?

Propongo tres cosas:

1. Afilar nuestra hacha es tomar un respiro mientras aclaramos nuestras ideas. No debe ser tan prolongado que nos inhabilite, pero debe darnos el suficiente tiempo para ordenar nuestros planes y proyectos.

2. También significa cuidar nuestra salud, de tal manera que nuestro cuerpo pueda servir al propósito de alcanzar nuestros sueños, pues un cuerpo saludable es sin duda el mejor equipo personal que podemos tener. Así que es importante invertir en nuestra salud física, alimentándonos correctamente, haciendo ejercicio regular y tomando un tiempo para la recreación (RE-CREACIÓN).

3. Y finalmente, es cuidar de nuestras relaciones, fortalecerlas con pequeños actos de bondad y gratitud, porque no hay nada mejor que saber que podemos aventurarnos a realizar grandes empresas y que mientras lo hacemos habrá manos y brazos listos para apoyarnos y sostenernos cuando sintamos que estamos por darnos por vencidos.

Para cada uno afilar el hacha tendrá un significado diferente, es verdad, pero dejar de hacerlo es condenarnos a trabajar sin descanso y al final reconocer que debimos haber hecho algunas pausas para disfrutar de la vida, de nuestros seres queridos, de nosotros mismos. Sólo quiero invitarte a que pienses en aquello que te renueva, y que lo hagas para tu propio beneficio, para mantenerte fresco a la hora de continuar con la faena de abrirte camino por éste gerson_logoenredado bosque en el que vivimos.

Que tengas un gran día y una gran semana, y recuerda  hacer de vez en cuando una pausa para mantener afilada tu vida en dirección de tus sueños.

2 de junio de 2008

Muchas Gracias

Breve reseña.gerson

En junio del año pasado (2007) comencé a escribir este blog (vivirlaexcelencia.blogspot.com), con el objetivo de aportar a la comunidad de Internet algunas reflexiones sobre temas que son muy comunes, sí, pero que es necesario repetir una y otra vez. ¿Quién no ha oído hablar de la calidad, de la excelencia, del desarrollo personal, de la motivación y de las relaciones interpersonales? Y sin embargo, ¿cuán frecuentemente caemos en la cuenta de que, a medida que maduramos, esos mismos temas, vistos de formas diferentes por distintos autores, nos han ayudado en el proceso mismo de madurez?

No intentaba establecer una corriente, o una escuela de pensamiento, pues, como mi amable lector o lectora ha notado, muchas de las ideas que pueden verse en los distintos artículos escritos a lo largo de este primer año, pueden rastrearse a libros populares y libros no tan populares (libros que he leído con placer porque siempre he aprendido algo), mas no por ello me he limitado simplemente a repetir, porque en el proceso de leer, reflexionar y meditar, he ido encontrando poco a poco algunas palabras propias con las cuales presentarme ante ustedes.

Inexperto, como sin duda lo sigo siendo, fui puliendo mis artículos a medida que los escribía y publicaba, tomé la decisión de publicar dos artículos al mes, cambié la dirección URL por la actual (vivirlaexcelencia.tk), agregué una caja de descargas y un cuadro de búsqueda, a fin de ayudar a mis lectores a encontrar algún artículo en especial al teclear una palabra clave. Tuve, por algún tiempo, un listado de videos de youtube.com y otro de noticias provisto por Google, pero terminé por quitarlos porque no quería que el blog fuese demasiado pesado para mis amables visitantes. Lo último que he hecho es agregar un cuadro de suscripción, donde el que lo desee puede dejar su correo electrónico y recibir en su buzón los nuevos artículos una vez que se publiquen.

Agradecimientos.

Y, ¿qué me ha dejado este primer año? Primero, la experiencia de encontrarme con otras personas, lo que es grato, porque he podido servirles con algunas de mis líneas. Recuerdo a un amigo al que le comuniqué de uno de mis artículos por medio del correo (“El mundo está cambiando… siempre”), luego de haberlo leído me escribió diciendo que le había ayudado.

gracias-36 Y en segundo lugar me ha dejado agradecimiento. Agradecimiento porque el que ha terminado siendo ayudado soy yo, pues los comentarios que han escrito algunos lectores me han servido más de lo que yo podría haberles servido a ellos. Agradecimiento porque he podido conocer, por la red, a algunas personas maravillosas, con las que no tendría contacto de otra manera. Pienso en la señorita Luciana (buscatufelicidad.blogspot.com), una chica muy inteligente, con grandes sueños y pensamientos muy profundos. Pienso en la señorita Raquel (kellyperez.blogspot.com), quien sabe que la vida es de seguir adelante, sin parar, buscando nuestra propia voz entre todas las que nos rodean. Pienso en el Licenciado Juan Najarro, quien me alentó en algunos de sus correos a seguir escribiendo sobre estos temas. También pienso en alguien a quien conozco personalmente, el Licenciado Godofredo, catedrático en la Universidad Francisco Gavidia, El Salvador, porque me ha aportado nuevas ideas cuando ha leído mis artículos publicados.

Siempre una lista de agradecimientos será incompleta, pero si escribo algunos nombres es porque creo que no ha sido por casualidad que nos encontráramos en el camino. Y a medida que escribo y publico en este blog, es mi anhelo entablar más relaciones con mis lectores, a fin de que podamos llegar a conocernos aunque sea un poco, lo que permita la gran red de Internet. Sin embargo, aunque haya escrito sólo unos nombres, en verdad estoy sumamente agradecido con cada uno de mis lectores, aquellos que han llegado a mi blog por “casualidad”, y a los que están entre mis contactos, a quienes invito cada vez que publico un nuevo artículo. Gracias a todos por sus visitas, gracias por leerme, gracias por acompañarme este primer año.

El futuro.

Ahora veo hacia el futuro, ese sueño en el que me gusta pensar a menudo, porque quiero invitarlos a acompañarme durante otros años más. Este mes será un poco más de transición, porque comenzarán a verse unos pocos cambios, más que todo en la imagen del blog.

Aquí presento el que será el logo para este sitio. Las letras «V» y «E» en color verde se refieren a la esperanza de Vivir la Excelencia, el trazo elíptico en color como dorado tiene como base la idea del hilo de la vida en el que creían los griegos y que se ve en libros como logo_vivirlaexcelenciaLa Odisea, pero el hecho de que sea elíptico implica lo cíclico que puede ser. Sin embargo, al no cerrarse completamente, quiero transmitir la idea de que al final somos nosotros los que decidimos qué haremos con nuestra propia vida. La leyenda «Centro de Liderazgo» se refiere a todo un proyecto de formación de personas capacitadas para liderar. Y la última «o» de dicha leyenda, que asemeja a un engranaje estilizado, se refiere a la organicidad con la que debe integrarse nuestra vida en la sociedad, en la familia, en el trabajo, etc., todo en forma holística.

Habrá cosas que seguir mejorando, sin duda, y eso es lo emocionante, porque he aprendido que crecer es seguir mejorando, y estas mejoras a menudo implican renuncias a viejas formas, aprendizajes de nuevos principios, tener el valor de equivocarse a veces y ser lo suficientemente humildes para reconocerlo.

Como lo dije en mi primer artículo publicado en este lugar hace un año, las reflexiones y los pensamientos escritos aquí, están dedicados a «personas como tú, personas exitosas que saben vivir y disfrutar, que desean seguir aprendiendo, que crecen en todas sus dimensiones y, por sobre todo, que tienen la humildad de servir a otros con la singularidad de dones que poseen».

Ése seguirá siendo mi pensamiento, por lo que te deseo un día lleno de oportunidades de aprender, crecer y servir.

Hasta pronto.

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