27 de mayo de 2009

Crecimiento con Propósito

20070810161221-plantando En el video correspondiente a este mes, hemos hablado un poco sobre este principio que acompaña a nuestra realidad: el crecimiento. Una persona de excelencia siempre está creciendo, aunque a menudo esto signifique experimentar un poco de dolor. En este artículo abordaremos de nuevo este principio, sólo para enfatizar algunas ideas ya expuesta y, si es posible, explayarnos aunque sea un poco en alguna de esas ideas.

Tu misión…

El verdadero crecimiento comienza cuando tomamos consciencia de nuestra misión en la vida. Esta misión no es una que se nos imponga, porque es nuestra decisión si la viviremos o no; pero cuando utilizamos toda nuestra energía para alejarnos de quienes somos en realidad, entonces no podemos ser felices. Y si hay algo que todos queremos es la felicidad. Pues bien, la dicha sin límites no existe, a menos que iniciemos nuestro propio camino de desarrollo.

En este punto es importante llamar la atención a un punto crucial: muchas personas andan por el mundo buscando modelos para imitar, olvidado que en ellos reside tanto potencial como en ese modelo quimérico que persiguen. No estamos negando la importancia de dejarnos influir por algún gran personaje, el problema es que existen quienes en esa búsqueda permiten que su identidad sea absorbida, especialmente porque ahora no sabemos dónde buscar, pues a dondequiera que veamos todo el mundo parece decir que tiene el secreto para que vivamos mejor y más felices.

Cualquier verdadero ejemplo que logremos encontrar en nuestro andar, siempre nos instará a buscar un poco más. Los grandes hombres y mujeres de la historia no han tenido que gastar sus palabras diciendo que debe seguirse su ejemplo, en lugar de eso, han vivido vidas extraordinarias que nos inspiran a nosotros. Y el mensaje que debería transmitirnos la existencia de esos seres de excelencia es que en nosotros se encuentra, latente, el mismo poder que habitaba en ellos. Todo lo que necesitamos en reconocer nuestra misión en este mundo, amar esa misión, y entregarnos por entero a esa misión.

Por el camino del dolor.

Pero ese camino no será uno sencillo. Habrá que enfrentar momentos desafiantes en los que quizás falte el aliento, mientras las lágrimas corren por nuestras mejías; seguramente habrá momentos en los que caeremos de rodillas, cansados y preguntándonos si realmente vale la pena; y también habrá quienes nos desalienten, alguno de los cuales será de entre nuestros más cercanos. Mas, aun entonces podremos levantar nuestra cabeza y mirar hacia el horizonte que hemos atisbado.

Tal vez sea muy idealista proponer estos pensamientos, pero cuando vemos hacia atrás en la historia, incluso en nuestra historia reciente, se hace evidente que todo cuanto tenemos ha sido el fruto del constante crecimiento, de negarse a quedar estancados, de luchar, a veces, contra corriente, porque todo el mundo creía que intentar algo nuevo era una locura.

crecimiento Ahora es nuestro momento. A nosotros no se nos pide que reinventemos la rueda, o que descubramos la ecuación que explique el universo. Todo lo que se nos pide es que vivamos una vida tendiente a la excelencia, al constante crecimiento con propósito, porque así podremos influir en una nueva generación: nuestra prole.

¡Hasta próxima entrega y a Vivir la Excelencia!

11 de mayo de 2009

Las Feas Manos de Mamá.

En varios países se celebra este mes el día de las madres, por ello quiero compartir una historia que me leían en casa desde que era pequeño. Es una hermosa historia y la escribo aquí porque para los hijos es importante que recordemos siempre, cuánto están dispuestas a dar nuestras madres por nosotros. La sociedad necesita madres de excelencia, y como homenaje a ellas les dejo esta historia:

En un pequeño poblado vivía una mujer que recientemente había dado a luz a una hermosa niña. Esta mujer era muy querida por el vecindario y el nacimiento de la bebé se convirtió en todo un acontecimiento. Mientras la pequeña crecía saludablemente bajo el cuidado de su madre, la vida parecía más brillante, los días transcurrían más felices y siempre se podía ver a aquella mujer con una sonrisa radiante.

Cuando la niña tenía un año, la madre salió a buscar algunas provisiones para tener en casa. El mercado estaba a unos 20 minutos a pie, así que decidió que, caminando de prisa, podía estar rápidamente en su hogar. Dejo a la pequeña en la cuna, dormida y fue en busca del abastecimiento. Al comenzar sus compras se oyó a lo lejos un estruendo, una explosión muy fuerte y junto con las personas del mercado vieron una columna de humo que se alzaba muy alta. Un minuto después comenzó a oírse la sirena de los bomberos y algo en su corazón le dijo que debía volver inmediatamente a su casa.

Corrió, y a medida que se acercaba, sus sospechas se hicieron más fuertes hasta convertirse en plena certeza: su casa, con su hija adentro, se estaba quemando. Los bomberos acaban de llegar y estaban acordonando el sitio, algunos vecinos y amigos estaban cerca y al verla le contaron cuán rápido se apoderaron las llamas de su hogar. Ella sólo pensaba en su pequeña y con una fuerza sobrehumana se deshizo de los bomberos que la detenían. Entró en la casa, se dirigió a la cuna y, mientras la pequeña lloraba, la abrazó fuertemente y logró sacarla. La niña estaba a salvo, aunque aquella madre sufrió graves quemaduras.

manos El tiempo pasó y aquella pequeñita se convirtió en una hermosa señorita. Sin embargo, algo parecía incomodarle, especialmente porque sus amigos siempre le decían que las manos de su madre eran las más feas que existían. Un día preguntó a su madre: “¿Por qué tienes manos tan feas? Mis amigos siempre se burlan de mí por eso”. La madre, tiernamente acarició la cabeza de su hija y le contó: “Cuando tú tenías un año de edad, un incendió por poco te separa de mí. Yo no estaba dispuesta a dejarte en las llamas, así que entré en la casa, quitando todo cuanto me impedía llegar a ti, te tomé de la cuna y, protegida en mis brazos, logré sacarte de la casa en llamas. Por eso tengo las manos más feas del mundo”.

La señorita, con los ojos llenos de emoción, la miró y le dijo: “Mamá, tus manos no son feas… Son las manos más hermosas que existen en todo el mundo”.

6 de mayo de 2009

Video: Crecimiento

Hola a todos amigos y amigas de la excelencia. En el video correspondiente a este mes he querido hablar sobre el Principio del Crecimiento. Como la Calidad debe ser tanto un estilo de vida como una actitud, el Crecimiento se alza como su pilar fundamental, aunque como he destacado en el video sobre la calidad, los principios trabajan de forma sinérgica y se complementan.

¡Qué disfruten de este nuevo video de Vivir la Excelencia!

Crecimiento - Gerson E. A. Arenivar - Vivir la Excelencia

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