55 frases de Víctor Hugo que te ayudarán a reflexionar

Fue un 26 de febrero de 1802 cuando el mundo recibió a Víctor Hugo. Fue un hombre prolífico íntegro, escritor romántico, poeta, dramaturgo, novelista francés… fue un político también comprometido con su sociedad e influyente en la literatura durante todo el siglo XIX, pero en realidad su influencia ha llegado hasta nuestros días.

Víctor Hugo

Luchó por los derechos sociales e incluso se enfrentó a Napoleón III en su obra “Los castigos”. Tal implicación política es la que tuvo que fue condenado al exilio durante 20 años, entre 1852 y 1879, coincidiendo con el Imperio Francés. Aunque tuvo muchos honores gracias a sus acciones y los miembros de la Tercera República le homenajearon al morir realizándole un funeral de Estado, con miles de personas despidiéndose de él. Los restos de su cuerpo fueron inhumados en el panteón de París.

Su arte no solo es entretenimiento, si no que están pensadas, cada una de sus letras para agradar e instruir a quien tiene las ganas de leerle. Sus obras están siempre indicadas para potenciar el pensamiento crítico de quien le lee. Su obra “Los Miserables” es un ejemplo de obras increíbles.

Víctor siempre ha escrito desde la fatalidad y sus protagonistas suelen ser héroes en la tragedia con obligaciones externas que le hacen padecer un destino que no desean. Victor Hugo siempre ha sabido llegar al corazón de su público sin caer en modas literarias pudiendo así, crear entre sus letras clásicos que nos acompañarán siempre.

Las frases de Víctor Hugo

A continuación vamos a dejarte algunas de sus frases para que te hagas una idea de cómo era su estilo narrativo. Te ayudará a reflexionar sobre la vida, el amor, la sociedad, sobre ti mismo… Incluso, es probable que te guste tanto que no evites buscar sus obras para poder leerlas y trasladarte a través de sus palabras al siglo XIX. Unas palabras que han pasado por manos de miles de lectores que una vez que le descubren, se dan cuenta de la importancia de reflexionar junto a Víctor Hugo, aunque éste ya esté descansando en el panteón de París.

1. El amor es un ardiente olvido de todo.
2. El amor semeja un árbol: se inclina por su propio peso, arraiga profundamente en todo nuestro ser y a veces sigue verdeciendo en las ruinas de un corazón.
3. No, teniendo amor no se pierde la luz. No hay ceguera donde hay amor.
4. No existen países pequeños. La grandeza de un pueblo no se mide por el número de sus componentes, como no se mide por su estatura la grandeza de un hombre.
5. Nada tan estúpido como vencer; la verdadera gloria está en convencer.
6. Los cuarenta son la edad madura de la juventud; los cincuenta la juventud de la edad madura.
7. La suprema felicidad de la vida es saber que eres amado por ti mismo o, más exactamente, a pesar de ti mismo.
8. Los que padecéis porque amáis: amad más todavía; morir de amor es vivir.
9. Cuando el amor es feliz lleva el alma a la dulzura y a la bondad.
10. La fuerza más fuerte de todas es un corazón inocente.
11. “El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.
12. La melancolía es la felicidad de estar triste.
13. La libertad es, en la filosofía, la razón; en el arte, la inspiración; en la política, el derecho.
14. La música expresa aquello que no puede decirse con palabras pero no puede permanecer en silencio.
15. A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad.
16. ¡Cosa curiosa! El primer síntoma del amor en un joven, es la timidez; en una joven, es la audacia.
17. Cuando se castiga a un inocente nace un malvado.
18. El alma tiene ilusiones, como el pájaro alas; eso es lo que la sostiene.
19. Amigos míos, retened esto: no hay malas hierbas ni hombres malos. No hay más que malos cultivadores.
20. El éxito es algo repugnante; su falso parecido con el mérito engaña a los hombres.
21. En los ojos del joven arde la llama; en los del viejo brilla la luz.
22. Es cosa fácil ser bueno, lo difícil es ser justo.
23. La conciencia es la presencia de Dios en el hombre.
24. El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable.
25. Atreveos: el progreso solamente se logra así.
26. La melancolía es la felicidad de estar triste.
27. La pena de muerte es un signo peculiar de la barbarie.
28. Lo que bien se piensa, bien se expresa.
29. Mis gustos son aristocráticos, mis actos democráticos.
30. El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad. La realidad es el alma.
31. Cambia de opinión, mantén tus principios; cambia tus hojas, mantén intactas tus raíces.
32. Nada importa morir, pero no vivir es horrible.
33. Quien me insulta siempre, no me ofende jamás.
34. Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga.
35. El infierno está todo en esta palabra: soledad.
36. Los volcanes arrojan piedras, y las revoluciones hombres.
37. La tolerancia es la mejor religión.
38. Inspiración y genio son casi la misma cosa.
39. Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien.
40. Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo.
41. Nada tan estúpido como vencer; la verdadera gloria está en convencer.
42. La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano.
43. ¿Qué es un envidioso? Un ingrato que detesta la luz que le alumbra y le calienta.
44. Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien.
45. La libertad es, en la filosofía, la razón; en el arte, la inspiración; en la política, el derecho.
46. Los ojos no pueden ver bien a Dios, sino a través de lágrimas.
47. La libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar. Lo que hoy se llama adulterio, antaño se llamó herejía.
48. Hay tantas mujeres bellas, pero no hay perfectas.
49. Ciertos pensamientos son plegarias. Hay momentos en que, sea cual fuere la actividad del cuerpo, el alma está de rodillas.
50. Las que conducen y arrastran al mundo no son las máquinas, sino las ideas.
51. Cuando el niño destroza su juguete, parece que anda buscándole el alma.
52. A las mujeres les gusta sobre todo salvar a quien las pierde.
53. El trabajo endulza siempre la vida, pero los dulces no le gustan a todo el mundo.
54. La fidelidad de muchos hombres se basa en la pereza, la fidelidad de muchas mujeres en la costumbre.
55. El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad. La realidad es el alma.

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