25 de septiembre de 2009

Decídete a Ser Feliz.

Abraham_Lincoln Hace algunos años me aprendí de memoria una frase atribuida a Abraham Lincoln que dice así: “Casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo”. Esta frase no dejó de incomodarme un poco cuando la aprendí, pero por respeto al ilustre personaje que la había dicho, y por tener un poco de cultura general más “avanzada” me la trague. Como una espinita fue entrando por mis carnes, hasta que un buen día comencé a pensar seriamente en lo que podía significar esa frase y he aquí algunas de esas consideraciones:

1. Ser feliz es una decisión. ¿Significa que ser infeliz también es una decisión? Pues, la persona que decide ser feliz no necesariamente es multimillonaria, ni puede darse todos los lujos que quiera. De hecho, la razón por la que una persona es feliz, es porque ha decido concentrarse más en aquello que sí tiene, en aquello de lo que puede estar agradecida. En cambio, las personas infelices han decidido (tal vez inconscientemente) concentrar su mirada en aquello que les falta, o en lo mal que les va en la vida.

2. Decidir ser felices nos da libertad. No hay peor esclavitud que la de nuestra mente. Y hoy en día hay muchas personas esclavas de los problemas y angustias que los aquejan (y recuerda que ya hemos hablado sobre por qué tienen “muchos” problemas las personas). Seguramente tú conoces personas que dicen: “Me siento deprimida; yo sólo quiero pasar acostada; me dan unos grandes dolores de cabeza; y el doctor me ha dado una cantidad de medicinas, y me a prohibido que coma esto o lo otro, etc.” Y cuando, con toda la buena intención del mundo, tú les dices: “No te preocupes, confía, todo va a salir bien. Por qué no salimos a hacer algo, por qué no devoras un buen libro, haz alguna manualidad…” La respuesta inmediata es: “Sí verdad, pero es que me siento deprimida; yo sólo quiero pasar…” Ya sabes el resto.

3. Decidir ser felices no nos quita los problemas. Esta fue una de las conclusiones más difíciles que pude extraer de la frase de Lincoln, sencillamente porque, para ser franco, a mi no me gustan los problemas; así que pensé que si podía mantenerme feliz todo el día los problemas desaparecerían; pero, para mi sorpresa y consternación, estos estaban todavía en la noche… sólo que ahora los veía de forma diferente. La verdad es que aunque decidir ser felices no nos quite los problemas, nos permitirá verlos en su justa dimensión, para que no convirtamos a una hormiga en un elefante.

4. La felicidad no es un punto al cual se llega, es un camino. Algunos de los problemas de nuestra sociedad derivan del deseo de satisfacción instantánea, es decir, de querer experimentar emociones fuertes aquí y ahora. Pero la verdadera felicidad no es una emoción en primer lugar, es una actitud, es un estilo de vida. De hecho hay personas que son felices, aunque se los vea serios. Y así también hay personas infelices que le sonríen a todo el mundo.

ARCOIRIS Tal vez sea un poco idealista escribir estas reflexiones, pero las comparto sólo porque en verdad me ayudaron mucho (y lo siguen haciendo) cuando las cosas no pintaban bien. A veces hay lágrimas que derramar. A veces estamos tan cansados que preferiríamos tumbarnos de una vez por todas. La vida no es fácil, pero recuerda que se supone que sea difícil… Al final, tú y yo podemos hacer toda la diferencia si nos decidimos a ser felices. Y si deseas ratificar la validez de estas reflexiones, mira la vida de Abraham Lincoln, mira a aquellos que dejaron su huella en la historia después de innumerables trabajos, piensa si vale la pena vivir una vida de quejas y amargura. ¿Qué decides?

Hasta próxima y a Vivir la Excelencia.

14 de septiembre de 2009

Sigue Adelante, aunque tiembles…

Hace unos días ya, fui invitado a compartir con el proyecto del adulto mayor de la Fundación MANA. Yo debía dar una pequeña charla a estos señores y me pregunté qué podría enseñarles un jovencito como yo. La experiencia de ese día fue maravillosa, porque aunque pude compartir alguna lección, yo mismo recibí más de una, y de una de esas lecciones quiero compartir en esta entrega de Vivir la Excelencia.

Como decía mi mamá.

344143-The-Andes-across-the-Jama-Pass--Los-Andes-por-el-paso-de-Jama-0 Ahora imagina, querido lector o lectora, esta escena: En medio de mi disertación, y para hacerla más amena, comienzo a preguntar a los señores sobre sus experiencias. Ellos comienzan a abrirse, ya no me ven como un chiquillo extraño, sino como alguien que desea aprender (¡y vaya que lo deseaba!) y algunos de ellos me cuentan en breves palabras cómo han tenido que enfrentar sus temores, aprovechar las oportunidades o fabricarlas si era necesario. Entre ellos hay uno, con unos sesenta y ocho años, que me informa que muchas de las cosas que aprendió en la vida, las aprendió observando y probando, porque Dios le dio la capacidad de ver y aprender. Y entonces me dice:

“Un día llegaron unos ingenieros a la fábrica donde yo trabajaba a buscar a alguien que embobinara motores. Yo había aprendido a hacerlo y tenía mi esposa embarazada, necesitaba alguna entrada de dinero más fuerte y ellos la ofrecían. De la fábrica nadie se animó, pero por instancias de unos amigos yo me acerqué a uno de los ingenieros y le dije que yo podía ir con ellos, pero no de inmediato, sino en tal fecha (que era cuando comenzaban mis vacaciones). El día señalado llegué a mi nuevo trabajo y vi una cantidad bastante grande de motores con los cuales trabajar. Al principio pensé que era demasiado, pero entonces recordé lo que decía mi mamá: ‘Tiemblas esqueleto, pero adelante’. Así que puse manos a la obra y en poco tiempo estaba terminando con esa tarea. No regresé a mi antiguo empleo. Y cuando mi labor era poca, me pegaba a los ingenieros y otros empleados de mi nuevo trabajo, para hacer rutas donde ellos atendían otro tipo de maquinaria, la cual también aprendí a trabajar yo. ¡Imagínese que por temor no hubiese aceptado probar en el nuevo trabajo – me dijo terminando su historia –, cómo hubiera sostenido a mi familia que estaba creciendo!”

Aunque tiembles.

everest ¡Vaya historia! La lección que aprendí fue mucho más valiosa de lo que pude haber imaginado. “Tiemblas esqueleto, pero ¡adelante!” Sí, a menudo sentimos miedo de emprender el camino de nuestros sueños, porque parecen descabellados, porque nadie los comprende y nos miran como a bichos raros. Mas ¿qué importa? Es mejor avanzar, aunque temblando, que quedarse de brazos cruzados sin hacer nada en la vida y morir enojados porque otros (los locos que se atrevieron a soñar) vieron mejor fortuna.

¿Ahora qué vamos a hacer nosotros? ¿Seguiremos adelante, aunque a veces las nubes grises de la adversidad nos hagan temblar? Recuerda que tú y yo tenemos el privilegio de soñar y seguir nuestros sueños, no permitas que nadie ni nada te impida alcanzar tu máximo potencial. Sigue adelante y a Vivir la Excelencia.

2 de septiembre de 2009

¿Por qué Tienen Muchos Problemas las Personas?

th-angustia Tal vez la pregunta para nuestro artículo de hoy sea un poco extraña, después de todo, ¿quién no tiene problemas en estos tiempos? Pero, permítanme hacer una observación: la palabra clave del título de nuestro artículo es “muchos”. Piensa en esto: Si todos tenemos alguno que otro problema, ¿por qué  hay personas que creen tener todos los problemas del mundo?

La respuesta a la pregunta.

Hace poco leí una frase que me impresionó bastante, porque creo que responde de forma sencilla la pregunta del título de nuestro artículo de hoy. La frase dice así: “Solía pensar que la gente se quejaba porque tenía muchos problemas, pero aprendí que tienen muchos problemas porque se quejan” (Steve Jenks).

Es muy claro. Hay personas que tienen muchos problemas, simplemente porque se quejan de todo. Por sorprendente que parezca, hay mucha gente así. Si hace mucho sol, entonces el calor es un problema; si llueve, pues el agua es el problema; si hace frío, que no se puede hacer nada por el frío; si falta el dinero, que el gobierno no hace nada; si sobra el dinero, que algo debe estarse haciendo de forma ilegal para que haya tanto; si no se compra una casa, que es muy cara; si se compra una casa; que es muy cara también… y podríamos alargar esta lista bastante, pero creo que el punto está más que expuesto. ¿Ves por qué los que se quejan tienen muchos problemas?

Pero, si esto es cierto, cabe hacernos otra pregunta: ¿Por qué quejarse produce muchos problemas? Porque atraemos todo aquello en lo que nos concentramos más. Es decir, entre más nos concentremos en quejarnos de las cosas, atraeremos más cosas de las cuales quejarnos. Y es que la gente que tiene el hábito de quejarse de todo, no es capaz de ver las buenas cosas de la vida, sino las negativas.

autoayuda-como-destrabar-problemas-tomar-decisiones-460x345-la Ahora, la solución para los muchos problemas es sencilla: Debemos dejar de quejarnos. Problemas siempre habrá en la vida, ¿por qué vamos a darles más poder del que en realidad tienen? Hay un pensamiento popular que dice: “Si el problema tiene solución, ¿de qué te afliges? Y si no tiene solución, ¿de qué te afliges?”.

No te permitas tener más problemas de los que en realidad tienes, sólo comienza a concentrarte en aquello que puedes hacer para mejorar, para crecer, para desarrollar nuevas habilidades y verás cómo todo comienza a ocupar su justo sitio.

Si estás pasando por alguna situación difícil, déjame contarte una historia graciosa; el sentido del humor puede ayudarnos a relajarnos un poco, para poder pensar con más calma:

Dos viejos amigos se encontraron después de mucho tiempo sin verse.

- ¿Te casaste finalmente con la reina de belleza de la universidad? – preguntó Javier.

- No – respondió Raimundo –. No pude convencerla.

- ¿Pero por qué? ¿No le dijiste que la amabas?

- Se lo dije.

- ¿No le dijiste que tienes un tío millonario?

- También se lo dije.

- ¿Entonces qué paso?

- Ella ahora es mi tía millonaria.

Hasta la próxima entrega y recuerda: Ten éxito (es decir, sigue adelante) y vive la excelencia.

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