Cuando en verdad somos independientes, es decir, cuando no dependemos ni siquiera de los defectos de los demás para afirmar nuestra identidad, sino que ésta surge de una autentica consciencia de valor personal, entonces estamos listos para el siguiente nivel en el desarrollo de la madurez: La Interdependencia. Este es el siguiente paso, y no puede ser evitado si queremos vivir vidas plenas. O por mejor decir: puede ser evitado, bajo el costo de ser simples buenos productores, pero nunca con la posibilidad de convertirnos en líderes genuinos o buenos compañeros de equipo.
La razón para que la Interdependencia sea el nivel más alto en el desarrollo de la madurez se desprende de su paradigma básico: NOSOTROS. Esto quiere decir que Nosotros podemos pensar en soluciones creativas; Nosotros podemos ganar el partido de fútbol, baloncesto, voleibol, etc.; Nosotros nos valoramos y apoyamos mutuamente. A fuerza de ser sinceros, el nosotros no es nada fácil de vivir, porque tenemos la tendencia a pensar que mis aportes son los que en realidad hacen la diferencia, y mis conocimientos son la mejor guía para los demás. Pero el pensamiento interdependiente supera esto al mirar por el prisma de la abundancia. Lo que significa que una persona interdependiente no pierde al compartirse con los demás, sino que gana con las experiencias de quienes le rodean, por ello es que sólo una persona realmente independiente puede pasar a este nivel.
¿Trabajo en grupo o equipo de trabajo?
Hoy en día escuchamos a menudo el llamado al trabajo en equipo, pero en algunas ocasiones en realidad lo que vemos es un grupo de personas trabajando juntas sólo porque así lo ha requerido la ocasión. El compromiso mutuo, la entrega de lo mejor de las cualidades individuales al servicio de la meta común, el apoyo y la valoración al compañero, entre otras cosas, son meras transacciones en el mejor de los casos, o no existen en el peor escenario, en el que la manipulación para alcanzar un objetivo individual suele ser el juego más tácitamente aceptado.
En un escenario de trabajo en grupo sólo los dependientes e independientes pueden trabajar, pues los independientes, por sus fortalezas siempre logran imponerse mediante la técnica correcta, pero al dependiente tampoco le importa tanto, porque al menos alguien quiere hacerse cargo de la situación, y con poco o nada de su aporte. Es el escenario perfecto para las personas perfeccionistas que piensan que algo sólo puede hacerse bien si lo hacen ellas, al mismo tiempo que es el hábitat natural del acomodado que busca el menor involucramiento posible para no ser responsable de la tarea. Definitivamente, una persona interdependiente es excluida de este escenario porque al independiente le parece muy difícil de convencer o manipula, siempre espera ser oído y atendido en sus ideas; y al dependiente le parece que amenaza su comodidad, porque le exige participación y compromiso en la tarea.
Esto nos lleva a plantearnos preguntas como: ¿Por qué no es posible alcanzar los objetivos de la empresa? ¿Por qué en la familia hay tanto pleito, tanta discordia? ¿Por qué en la organización caritativa nos cuesta encontrar voluntarios? ¿Por qué los congresistas o diputados no logran ponerse de acuerdo en ese punto crucial para el país? Porque sólo son un grupo de personas trabajando. Porque hay independientes empujando o arrastrando a dependientes. Porque en algunos casos se ha llegado hasta la codependencia y la contradependencia. Porque ser interdependientes requiere coraje, el coraje para oír con atención el punto de vista del otro, comprenderlo, hacerle ver el mío con respeto y entre ambos puntos trazar una línea de conexión, buscar una solución, un compromiso que una lo mejor de los dos y nos dé una tercera alternativa. En realidad, se requiere coraje para esto.
El nivel más alto.
Por esa razón la interdependencia es el nivel más alto en el desarrollo de la madurez personal, porque une la capacidad para mantener mi identidad, con la de compartirme con los demás. Cuando vemos a nuestra alrededor nos damos cuenta que la vida es interdependiente, lo que significa que nosotros podemos serlo. La bella flor nos deleita con su figura y aroma, gracias al Sol, a la lluvia, a la tierra, al cuidado del jardinero, a la polinización. Los poderosos ríos comienzan su vida a penas como las salidas de riachuelos más pequeños que a su vez ha surgido del goteo de un pequeño manantial.
Sin embargo, debemos dejar bien claro que ser interdependientes no es renunciar a nuestra individualidad, sino trabajar en equipo por desarrollar mejor esa identidad personal que tanto valoramos.
Recuerda: todos comenzamos nuestra vida como seres dependientes, y esto está bien, tiene su lugar, pero a medida que crecemos debemos acentuar nuestra identidad, afilarla, ser verdaderamente independientes, porque en un mundo donde tantas voces reclaman nuestra atención es necesario aprender a ser uno mismo, sin embargo esto no lo es todo, necesitamos avanzar, aprender realmente a convivir, es decir, necesitamos llegar a ser interdependientes.
Hasta la próxima.
3 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo contigo Gerson. Creo que la verdadera madurez se basa en la interdependencia... Sólo que conseguirla y encontrar con quien desarrollarla.. es tan difícil (o al menos a mí me lo ha resultado)...
Yo pasé de buscar y luchar por eso eso, precisamente, la interdependencia, a la dependencia... Hasta que logré desengancharme y tuve que luchar de nuevo hasta lograr, temporalmente, la independencia...
Ahora estoy en esa etapa... Bueno, miento, Rufián y yo somos realmente interdependientes, aunque uno no sea humano, y esperamos que, en nuestro viaje, logremos encontrar de nuevo las fuerzas y la valentía para lograr la interdependecia verdadera, yo entre los humanos, él... quién sabe...
Un saludo y un lametón y felicitaciones por tu blog de,
Rufián y Nacho
Muchas gracias, Rufian y Nacho. Creo que tienes la razón al decir que es dificil desarrollarla o encontrar a alguien con quien de desarrollarla. Pero, ánimo, que cuando se tiene la disposición a la interdependencia, otros seres interdependientes vendrán.
De nuevo, gracias por tu comentario.
¿Cuál es la diferencia entre trabajar en grupo o tener un equipo de trabajo? En este artículo hemos abordado la respuesta, espero sus comentario para enriquecer estas ideas.
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