«Si no conoces todavía la vida, ¿cómo puede ser posible conocer la muerte?»
– Confucio –
Para poder disfrutar, como lo sugiere Da Vinci en la reflexión anterior, de una dulce muerte, nuestro primer deber es conocer la vida y apreciar este maravilloso don que se nos ha concedido, antes que sea demasiado tarde y lleguen los días en los que nos arrepintamos de no haber vivido realmente.
Pero, ¿cómo es posible conocer la vida? Déjame presentarte algunas sugerencias; pero, por favor, recuerda que sólo son sugerencias que puedes ampliar y perfeccionar a lo largo de este día:
1. Ten un sueño. Debe ser algo que tú desees y que llegues a amar con todo tu ser. Puede ser un proyecto o una persona, pero debe ser tu sueño.
2. Da gracias por lo que tienes. No te preocupes si no eres quien tú quisieras ser, o si no tienes lo que quisieras aún; da gracias por lo que sí tienes que te hace sentir bien, aunque te parezca poco. ¿No tienes nada? Pues da gracias porque tienes la vida, porque respiras, porque tienes un potencial ilimitado para hacer grandes cosas, da gracias por tu sueño.
3. Aprecia el don. Cuando agradeces, la seguridad de ser y tener te llega y entonces puedes apreciar el don. ¿Tienes vida? Entonces agradece constantemente esto y comenzarás a apreciar este maravilloso regalo y encontrarás las maneras de mostrar tu aprecio soñando en grande y haciendo todo cuanto puedes por vivir una vida digna de tu gratitud.
Conocer la vida conlleva la gran responsabilidad de ser responsables de nuestra propia existencia; mas cuando aceptas el reto, entonces puedes vivir de verdad. ¿Estás listo o lista para comenzar a apreciar el don de la vida (y todos tus dones) desde hoy?
(Tomado de mi E-book “En la Búsqueda de la Excelencia”, pág. 18-19)
2 comentarios:
Muy lindo el texto, desearía que la gente que lo leyera lo tomara en cuenta y lo pusiera en práctica. Excelente tu trabajo, Ya soy tu seguidor.
Gracias por pasar por acá y comentar. Me alegro mucho de que te haya gustado esta reflexión.
Recuerda que puedes bajar el Demo donde está esa y otras reflexiones...
Hasta pronto.
Publicar un comentario