En la entrega anterior hablamos un poco sobre la introducción, así que ya sabes de qué vamos a hablar en esta parte.
Componente # 2: El Cuerpo o Desarrollo.
Toda ponencia es como un viaje en avión. No basta con tener un exitoso despegue, además hay que mantener en el aire toda la armazón y conducirlo hasta que llegue a su destino. En este punto una preparación deficiente puede producir un grave accidente y hacer caer toda la presentación.
Un cuerpo o desarrollo de discurso excelente ofrece al menos dos cosas:
- Sencillez a la hora de presentar las ideas relevantes de la presentación.
- Incentivo para pensar en el material que se está exponiendo.
Cuando preparas un discurso puedes optar por escribirlo palabra por palabra o hacer un bosquejo de las ideas principales. Notarás que el cuerpo o desarrollo es la parte más extensa; es en esa parte donde presentarás tus ideas e intentarás convencer a tus oyentes de la relevancia que tienen para sus vidas, por eso es importante que tomes en cuenta estas consideraciones:
- No hagas una ensalada. Esto significa que no hay que hablar de todos los temas que se nos ocurran. Al hacer esto se pierde coherencia en el mensaje y se da la impresión de poca o nula preparación; lo mejor que se puede hacer es centrarse en un solo tema.
- No satures a tu público. Aunque tengas 2 horas para hablar, y hables de un solo tema, no intentes decirlo todo en una sola presentación. A menudo ese es uno de los pecados que cometemos los expositores, creemos que debemos sepultar en una avalancha de información a nuestros oyentes. El resultado: olvidarán la mayor parte de lo que les hayamos dicho.
- Concéntrate en una o dos ideas principales. Unido al punto anterior, la mejor forma para evitar saturar a tus oyentes es destilar tu ponencia para presentar una o dos ideas principales. Hacer esto te ayudará a ti a pensar en las mejores formas de ilustrar tus puntos y dejarlos mejor grabados en las mentes y corazones de tus oyentes.
- Si vas a usar un poco de humor en tu presentación, prepárate. Sé tú mismo, no intentes imitar el estilo gracioso de algún otro, porque puede que no resulte para ti.
- Mantén el guion en mente. Es imposible no divagar. De hecho, un vuelo en avión no es en realidad en línea recta, siempre hay que ir rectificando la ruta de viaje. Así sucede con toda presentación. Durante ella es posible desviar un poco el tema, por alguna pregunta del público, por alguna observación que hayas hecho tú, por el lugar en donde te encuentras, etc.; lo que importa es que tengas bien en mente tu guion, tu plan de vuelo. De esa manera siempre podrás volver sobre la ruta que te trazaste mientras te preparabas.
Seguramente se ha quedado mucho sin decir en estas líneas, no obstante estas observaciones son un buen lugar para que recordemos preparar nuestras ponencias lo mejor posible.
Recuerda compartir esta información, seguro que ayudarás a otras personas que también gustan de hablar en público.
¿Cómo preparas el cuerpo de tus presentaciones? ¿Qué elementos incluyes en esta parte? ¿Quieres compartir algunas ideas con los lectores de este blog para que mejoremos juntos?
Tus comentarios nos ayudarán a ir mejorando.
Aún nos queda una tercera entrega, así que pronto estaremos aterrizando de nuestro viaje.
(¡Ya puedes descargar mi E-book “Manual del Presentador de Innpacto”)
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