Si eres una persona que practica yoga es más que probable que hayas experimentado los beneficios físicos, mentales y emocionales que aporta. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué la práctica del yoga nos hace sentir tan bien? La investigación moderna en el campo de la neurociencia nos muestra lo que sucede en nuestros cerebros cuando practicamos yoga y prácticas de atención plena, ¡y los resultados son fascinantes!
El yoga es una práctica antigua y la neurociencia es un campo científico relativamente nuevo. ¿Qué efecto ha tenido el nacimiento de la neurociencia en la forma en que entendemos el yoga?
Las nuevas tecnologías en neurociencia, como resonancia magnética funcional y electroencefalografía.. en los últimos 25 años nos ha permitido tener una mirada mucho más profunda y claramente en el cerebro y ver qué está sucediendo en él y en nuestra neurobiología en relación con diferentes estados emocionales o mentales o diferentes estados de meditación o conciencia. La intersección de la neurociencia y la atención plena, la meditación y el yoga ha sido bastante profunda en términos de comprender exactamente lo que sucede en nuestra neurobiología cuando meditamos, cantamos o hacemos diferentes prácticas de respiración.
Comprender mejor la práctica
Cuando se practica yoga se puede ver cómo se iluminan diferentes partes del cerebro para una práctica atencional. Solo como un ejemplo, cuando estamos teniendo pensamientos positivos, la corteza prefrontal izquierda se ilumina. También vemos que cuando estamos bajo la respuesta al estrés, tenemos una cascada de eventos que ocurren en el cerebro y en el cuerpo en milisegundos.
Vemos la activación de la amígdala, el hipocampo, las glándulas suprarrenales y muchas otras áreas que están respondiendo para activar el cuerpo para responder a la amenaza. Cuando estamos bajo la respuesta al estrés y algo se reconoce como una amenaza, vemos que la corteza frontal se desconecta un poco y la amígdala, el hipocampo y las otras respuestas al estrés se activan más en el cerebro.
En los cerebros de los meditadores, las personas que son expertas en meditación y han estado meditando durante mucho tiempo, vemos una señalización diferente en el cerebro cuando hay una respuesta de amenaza. Las personas pueden aprender a reconectar sus cerebros y a controlar las respuestas negativas al estrés, como la ira, la violencia, la abstinencia o la depresión. Vemos esta capacidad en personas que meditan.
Los estudios han demostrado que en las personas que practican regularmente la meditación y la atención plena, varias estructuras en el cerebro pueden cambiar su forma. Por ejemplo, la amígdala puede encogerse después de practicar Yoga y meditación, lo que significa que hay menos vías neuronales hacia la amígdala. Al comienzo de este estudio en particular, se tomaron resonancias magnéticas del cerebro de las personas y descubrieron que la amígdala, que es parte del centro de amenaza del cerebro, era de cierto tamaño. Al final del estudio, la amígdala se había vuelto más pequeña. Después de practicar Yoga y meditación, no hay tanta actividad en la amígdala y no se activa de manera regular, por lo que no se necesitan tantas vías neuronales hacia la amígdala. A medida que la respuesta a la amenaza comienza a cesar y aprendemos a administrar nuestra respuesta a la amenaza de mejores maneras, el cerebro cambia.
Al presenciar a otros meditar, nuestras neuronas espejo se activan como si nosotros mismos estuviéramos participando en la meditación. También se han realizado investigaciones relacionadas con el comportamiento pro-social y el compromiso emocional, y eso es fascinante porque sabemos que hay neuronas espejo en el cerebro. Cuando alguien está en el entorno donde se activa cierta vibración, como en una sesión de canto o en una meditación grupal, estas neuronas espejo responden a lo que sucede en el entorno. Entonces comenzamos a activar de manera positiva, incluso si en realidad no estamos sentados y cantando o meditando. Comenzamos a percibir los efectos vibratorios, y se muestra en el cerebro que eso es lo que está sucediendo.
Por qué las vías neuronales y la amígdala se reducen de tamaño
Las vías neuronales y la amígdala se reducen de tamaño debido a la disminución de las vías neuronales hacia ella. Si se piensa solo como carreteras o como una hoja de ruta, las neuropatías en el cerebro son vías de señalización . Cuanto más haya en un área en particular, mayor será la señalización a esa área. Idealmente, se quieren construir más caminos en los circuitos de recompensa del cerebro y la corteza frontal porque se quiere utilizar el pensamiento racional en lugar de la impulsividad.
En lugar de entrar en respuestas impulsivas de miedo cuando estás en un entorno social y tienes ansiedad social, puedes comenzar a trabajar con patrones de miedo y ese circuito. Este trabajo puede ser mucho más efectivo cuando comprende cómo crear nuevas vías neuronales en el circuito de recompensa, activando la oxitocina para que se sienta más relajado y tranquilo en lugar de activar el ciclo de estrés y ansiedad.
Este tipo de trabajo puede dar a las personas mucha esperanza y autoempoderamiento. Si alguien ha estado en un circuito de miedo o un circuito de ansiedad, poder manejar eso ayuda a desarrollar la capacidad de recuperación. La capacidad de recuperación mejora cuanto más se medita y más se practican ciertas prácticas de respiración y prácticas intencionales y atencionales.
El yoga para sanar la mente y las emociones
El yoga es importante para controlar la respuesta al estrés. Es importante tomar conciencia del patrón de desregulación emocional al que entramos y reconocer que cuando nos activamos de manera a veces inconsciente, estamos activando nuestra respuesta al estrés. Si la activación de una respuesta crónica al estrés no disminuye, libera cortisol y otras hormonas y productos químicos nocivos en nuestros cuerpos. Impacta en muchos niveles diferentes…
Por ejemplo, el hipocampo, el centro de memoria, tiene altos receptores de cortisol. Es por eso que cuando estamos bajo estrés, olvidamos las cosas. Entonces, cuando realizas una prueba y sabes la respuesta, pero simplemente no la recuerdas es porque el cortisol está obstaculizando el recuerdo de la memoria. Cuando vayas a otra pregunta y estés distraído, de repente la respuesta a la primera pregunta aparecerá en tu cabeza. Es porque te has relajado un poco. Por lo tanto, el uso de prácticas de yoga con una comprensión mayor y más amplia de la neurobiología impacta enormemente en nuestra capacidad de autorregular, sanar y tener capacidad de recuperación.
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